miércoles, 8 de octubre de 2014

María Parra Carrillo . 1º Bachillerato

UNIVERSO

El concepto de universo tiene su origen en el vocablo latino universus y suele utilizarse como sinónimo de mundo cuando se decide hacer referencia al conjunto de todos los elementos creados. Por otra parte, un universo describe a varios individuos o piezas que poseen uno o más rasgos que se toman en consideración en el marco de un trabajo de perfil estadístico.
Otra definición posible del universo es aquella que lo aborda como todo lo que se puede apreciar de forma física. En este sentido, se incluyen las múltiples apariencias y versiones de la materia y la energía, las leyes físicas que las gobiernan, y la totalidad del espacio y del tiempo.
El componente principal del universo son las galaxias, que pueden apreciarse a simple vista como puntos de luz a lo largo y ancho del cielo. Los científicos suelen discriminarlas en diversas categorías y hablan entonces de las galaxias locales (unidas gravitacionalmente a la Vía Láctea, donde se encuentra el Sistema Solar) y las galaxias exteriores. El sistema solar, formado por varios planetas, gira en torno a una estrella común, el Sol, la cual los atrae con una fuerte potencia gravitatoria, consiguiendo así que éstos realicen siempre el mismo camino y que no choquen entre sí.
Resulta interesante comentar también que el planeta Tierra es apenas una parte del Sistema Solar, apenas una de las cientos de miles de millones de galaxias que conforman el universo, y que tiene alrededor de 100 mil millones de estrellas.
En este sistema solar no sólo existen planetas cerca de la Tierra, sino también satélites, asteroides, cometas y otros planetas más pequeños (planetas enanos), los cuales orbitan también en torno al Sol. Además, alrededor de este sistema existen millones y millones de todo tipo de estrellas (enanas, pulsares, múltiples, supergigantes y agujeros negros).
Desde el comienzo del Universo hasta hoy se han producido muchos cambios en él, y se intuye que posiblemente esto lleve a un final seguro, aunque las posturas al respecto son diversas y, como es de esperarse, opuestas entre sí. No podemos saber si en un futuro lejano el Universo va a existir tal cual hoy lo concebimos, porque en realidad los avances en los conocimientos científicos respecto a su destino parecen casi nulos comparados con los millones de finales aleatorios que puede tener este sistema.
La teoría más aceptada respecto al surgimiento del universo es la conocida con el nombre de Big Bang, la cual habla de una suerte de estallido donde toda la materia y la energía universal observable se hallaban concentradas en un punto de densidad infinita. Tras esta gran explosión, según se cuenta, el universo comenzó a atravesar un período de expansión que aún no ha concluido.
Hay especialistas que consideran que la materia oscura puede provocar una fuerza de gravedad capaz de frenar esta incesante expansión del universo, lo que resultaría en un proceso denominado como Gran Implosión. Este término, también conocido como Gran Colapso determina que el Universo es un sistema cerrado donde todos los cambios son cíclicos y constantes. De este modo, se explica que se detenga gradualmente el alejamiento de los cuerpos y que todos los componentes tienden a regresar a su posición original, volviendo a formarse el Universo tal cual era antes del Big Bang.





FOTO QUE RESUME LA ESTRUCTURA DEL UNIVERSO

estructura-universo.gif

ISABEL RODRÍGUEZ MENOR 1º BACHILLERATO

¿Por qué la luna no se cae?


    La luna es un satélite natural que gira alrededor del planeta Tierra. Está girando alrededor de la Tierra por causa de la gravedad de ésta, es decir por la fuerza de atracción terrestre sobre la Luna. 
 Según decía Newton, dos cuerpos cualquiera con masa se atraen. La Tierra tiene mucha más masa que la luna (es casi 4 veces más grande su diámetro) y la fuerza de atracción de esta sobre la luna es tan grande que la luna está cayendo sobre la tierra continuamente describiendo una órbita elíptica. La distancia media a la que está la luna de la tierra es de 384.400Km y es de los satélites que más conocemos, debido a su cercanía y a que además el hombre ya lo ha pisado.
 Su velocidad es tan grande que logra seguir la curvatura de la Tierra y por lo tanto nunca cae de manera que pueda chocar con esta. Este mismo principio se usa en los satélites artificiales, los cuales funcionan igual que la Luna. Para poner un satélite en órbita, el mismo debe ser lanzado con una velocidad fijada de manera que su trayectoria logre curvarse a la par que lo hace la Tierra, y de este modo mantenerse en órbita constantemente.