jueves, 19 de enero de 2012

¡ QUE NO DESPIERTE !


Varios volcanes alrededor del mundo son capaces de realizar erupciones gigantescas como ninguna que haya sido observada anteriormente en toda la historia, basados en evidencias históricas pasadas, dicen los científicos. Semejantes erupciones minimizan a las del Monte Santa Helena, Krakatoa, Pinatubo y cualquier otra que nos remontemos hacia atrás por docenas de milenios.

"Las súper-erupciones son cientos de veces mayores que las anteriores”, dijo Stephen Self de la Universidad Abierta del Reino Unido.

"Un área del tamaño de Norte América podría quedar devastada y provocar un deterioramiento del clima global durante varios años después de la explosión”, dijo Self. “Podría dar como resultado una devastación de la agricultura mundial, un trastorno de la provisión de alimentos y una hambruna global en masa. Estos efectos podrían ser lo suficientemente críticos como para poner en peligro la propia existencia de la civilización”.

Self y sus colegas en la Sociedad Geológica de Londres presentaron su reporte al grupo de Trabajo sobre los Peligros Naturales del Gobierno Británico.

"Aunque muy raros, estos eventos son inevitables y en algún punto en el futuro, los humanos tendrán un encaramiento y supervivencia frente a una gran erupción”, anunció Stephen Sparks de la Universidad de Bristol a LiveScience como un adelanto al comunicado del martes.

¡ INTERESANTE !

Los Sensores de Dolor Activados Por las Bebidas Carbonatadas.


Un nuevo estudio demuestra que las bebidas carbonatadas (con gas) activan los mismos sensores del dolor que la mostaza y el rábano picante.
Quizás usted no crea que la efervescencia del refresco que a veces toma sea tan picante, pero su cuerpo sí. El dióxido de carbono presente en las bebidas gaseosas pone en marcha los mismos sensores del dolor en la cavidad nasal que la mostaza y el rábano picante, aunque con menor intensidad, según esta nueva investigación.

La carbonatación provoca dos sensaciones distintas. Hace las cosas ácidas y también las hace ardientes. Todos hemos sentido esa sensación de hormigueo intenso o incluso de ardor en la garganta cuando tragamos con demasiada rapidez un refresco con gas.
Esa sensación de ardor proviene de un sistema de nervios que responden a las sensaciones de dolor, de presión cutánea y de temperatura en la nariz y la boca.

 Hasta ahora, no se sabía qué células y qué moléculas dentro de esas células son responsables de la leve sensación de dolor que experimentamos cuando tomamos un refresco con gas.
Mediante experimentos con una solución carbonatada que se hacía fluir hacia una placa con células de los circuitos sensoriales de la nariz y la boca, el equipo de la neurobióloga Emily Liman, de la Universidad del Sur de California, descubrió que el gas activa sólo un tipo particular de célula.

Las células que respondieron al CO2 fueron las mismas células que detectan, entre otras cosas, la mostaza.
Estas células expresan un gen conocido como TRPA1 y sirven como sensores del dolor en general.
Los ratones que carecían del gen TRPA1 mostraban una respuesta muy escasa ante el dióxido de carbono, mientras que la incorporació
n del código genético del TRPA1 a las células insensibles al CO2 las hacía reaccionar ante el gas.

La Nebulosa del Águila, como nunca ha sido vista antes.


La Nebulosa del Águila, como nunca ha sido vista antes. En 1995, la imagen Pilares de la Creación de la Nebulosa del Águila, obtenida por el telescopio espacial Hubble, se convirtió en una de las imágenes icono del siglo XX. Dos telescopios espaciales de la ESA proporcionan ahora nuevos datos sobre esta enigmática región de formación estelar.

La Nebulosa del Águila está a 6.500 años luz, en la constelación Serpens. Contiene un cúmulo estelar joven caliente, NGC6611, visible con telescopios de aficionados, que esculpe e ilumina el gas y el polvo a su alrededor; genera así gigantescas formaciones huecas con aspecto de columna, de varios años luz de extensión cada una.

La imagen del Hubble sugería que en estos pilares se estaban formando nuevas estrellas, en concreto dentro de aglomeraciones de gas conocidas como EGG, siglas en inglés de Glóbulos Gaseosos en Evaporación. Pero el polvo presente en la región impedía al Hubble ver lo que ocurría, y comprobar que efectivamente los pilares albergan estrellas en formación.

Las nuevas imagines obtenidas ahora por el telescopio espacial Herschel, de la ESA, muestran en toda su amplitud los pilares y el gas y el polvo que los rodea. Las observaciones de Herschel, en longitudes de onda del infrarrojo lejano, permiten a los astrónomos ver el interior de las estructuras.